El paisaje geológico más allá de la Tierra
La geología nos enseña nuestro planeta, nos cuenta sobre cómo el tiempo y la naturaleza de un sistema dinámico y gigantesco pueden dar forma a paisajes imponentes y maravillosos; Valles y montañas, océanos y campos de hielo, archipiélagos de islas, erupciones volcánicas y otros variados eventos de distinta escala que comenzaron hace aproximadamente 4,5 millones de años en la Tierra, pero ¿qué ocurre en otros planetas?
16 Noviembre 2020 | Por Pablo Aguilar
| En la imagen se aprecia las locaciones donde NASA ha conseguido aterrizar misiones anteriores en el planeta Marte, además del cráter Jezero, lugar donde se planea que aterrice el Perseverance en febrero del año 2021.
FUENTE: NASA/JPL-Caltech
Palabras clave: NASA – Geología planetaria – Criovulcanismo
Hace aproximadamente 50 años que se descubrió el Monte Olimpo en el planeta Marte, un volcán de más de 20.000 metros de altura, tres veces más alto que el monte Everest, la cumbre más alta del planeta Tierra cuyo origen se remonta a algo realmente extraordinario que suele ser el resultado de la colisión entre dos placas tectónicas.
A diferencia del origen tectónico1 del Monte Everest, el Monte Olimpo tiene un origen volcánico, siendo el resultado de la acumulación de magma2 – y lava sobre la superficie – en un punto estático por un largo periodo de tiempo, ocasionando que la estructura desarrollará las impresionantes dimensiones observadas hoy en día. En esencia esto también ocurre en nuestro planeta, pero en la Tierra existe la deriva continental3, construyendo y destruyendo corteza permanentemente impidiendo construcciones volcánicas de tal magnitud. Esta característica principal es la que le otorga al Monte Olimpo el título del volcán más alto del sistema solar.
| Expresión artística a modo de comparación que muestra el Monte Olimpo al fondo, luego el Monte Maxwell (Venus) y Monte Everest.
|Glosario|
Relacionado al Tectonismo. Proceso relacionado a eventos de acomodación de la corteza terrestre favorecidos por la dinámica del gradiente geotérmico.
Sustancia caliente formada por la fundición de roca, minerales y elementos volátiles en el manto de la tierra.
Concepto asociado al tectonismo mediante el cual se expresa que la corteza terrestre se construye y destruye constantemente.
Grandes extensiones de material asociado a lavas ricas en Hierro y Magnesio que tienen un origen magmático.
Fuente termal asociada a zonas volcánicas. El agua proveniente de lluvias ingresa por fracturas y es calentada por el calor interno de la tierra para luego ser expulsada hacia la superficie mediante columnas de agua caliente y vapor que alcanzan grandes alturas.
Proceso relativamente poco conocido mediante el cual se expulsa material volátil como agua, amoníaco o metano hacia la superficie en forma líquida o gaseosa. Se distingue del vulcanismo comúnmente conocido en La Tierra.
Sonda espacial: vehículo no tripulado (satélite artificial) que se envía al espacio con el objetivo de estudiar el sistema solar u otros sitios del universo. Suele poseer varios tipos de sensores capaces de percibir diferentes tipos de información electromagnética y no órbita al rededor de ningún cuerpo celeste.
Evidencias de vulcanismo existen en muchos cuerpos del sistema solar. En la luna por ejemplo, aquellas manchas más oscuras que se pueden apreciar a simple vista aluden a extensos campos basálticos4, es decir, lavas ricas en hierro y magnesio, muy similares a las que podemos encontrar en la Tierra, en lugares como Hawaii o Islandia.
Algo un poco más extraño sucede en Encélado – Luna de Saturno – donde se da un tipo de vulcanismo muy especial. Los últimos datos recabados por la sonda Cassini antes de terminar su misión, muestran que Encélado tendría un océano líquido inmediatamente bajo la congelada superficie sólida, en tanto el núcleo – caliente debido a la fuerza de atracción que ejerce Saturno – produciría un aumento de temperatura y energía, provocando unos llamativos jets que permitirían al agua ser expulsada hacia el vacío, proceso llamado criovulcanismo6 (similar a lo que ocurre con los géiseres5 en la Tierra).
| La primera imagen es una expresión artística del criovulcanismo en Encélado. En el polo sur se estaría produciendo la expulsión de hidrógeno gas (H2). Imagen modificada de NASA/JPL-CALTECH. La segunda imagen que evidencia la expulsión de material en Encélado. A la izquierda se muestra la imagen obtenida por la sonda Cassini. A la derecha una simulación enfatizando la expulsión en forma de cortina. Imagen modificada de NASA/JPL-Caltech/SSI/PSI.
Para estudiar y comprender los diversos procesos que aborda la geología planetaria es muy importante la observación e interpretación de imágenes satelitales o bien la información obtenida mediante rovers7 y sondas espaciales8. Así como también el estudio de meteoritos y las secuelas, a gran escala, de eventos de impacto en la superficie de la Tierra.
El impacto de meteoros, se llaman meteoritos solo una vez que caen a la superficie, en la Tierra ha implicado una serie de cambios de grandes magnitudes en el sistema planetario, basta con decir que uno de estos eventos pudo generar el debilitamiento de la corteza, produciendo fracturas y la desgasificación y deshidratación de la corteza joven, lo que desencadenó que elementos volátiles como vapor de agua y otros gases salieran expulsados y diera forma a la primitiva atmósfera/hidrósfera de la Tierra.
Los últimos cálculos basados en observaciones y registros históricos, indican que alrededor de 500 meteoros mayores de 0,5 kilos caen a la tierra cada año, aunque de éstos solamente cuatro son hallados. Mientras que, de la totalidad de meteoritos encontrados en la superficie de nuestro planeta (20.000 aproximadamente), se estima que se recupera solo el 1%.
Desde esta necesidad por conocer y comprender otros planetas son varios los hitos conseguidos por la ciencia hasta el momento. El 6 de Agosto del 2012, el Curiosity aterrizó en el cráter Gale en Marte, y luego de una serie de pruebas en la superficie encontró evidencias de hidrógeno, carbono, nitrógeno, oxígeno, fósforo, azufre y nitratos. Junto a esto se determinó que existió un lago antiguo de hace aproximadamente 3.800 millones de años con características suficientes como para haber propiciado la vida en el planeta rojo.
| Imagen auto-retrato del rover Curiosity en el cráter Gale, Marte. Junio-2018.
FUENTE NASA/JPL- Caltech/MSSS
Hoy en el 2020, ocho años después, se envía el Persevereance, la última misión de NASA, la cual entre otras cosas, pretende obtener muestras de roca y convertir oxígeno a partir del suelo, siempre con el objetivo de enviar humanos para el año 2030.
Luego de un breve viaje por los fascinantes ambientes que presentan algunos de los cuerpos celestes que componen nuestro sistema solar, solo queda la invitación a reflexionar sobre los diversos entornos que pueden constituir un paisaje. Un diálogo permanente entre elementos químicos como protagonistas y que, en función de condicionantes como; gravedad, temperatura, presión y tiempo, construyen un escenario natural que cobra sentido a través de la Geología, y que el humano como simple espectador solo puede contemplar con distancia y humildad.
Referencias
- Jesús Martínez Frías, Rosario Linar Hernández, José Antonio Rodríguez Losada, A Eff-Darwich, J Madero Jarabo. (2008). La Geología en la exploración Planetaria. Revista Geotemas. Sociedad Geológica de España. España (1621-1624 pp.)
- Jesús Martínez Frías (2009). El Geólogo planetario o Astrogeólogo. Colegio Oficial de Geólogos. Madrid. España. (201-218 pp.)
- A.F. Chicarro y Jesús Martínez-Frías. (2003). Vida y función de los meteoritos. Unidad Editorial. Reportaje El Cultural Mundo.
- Enceladus: Ocean Moon. The Solar System Nasa Homepage. Publicación Actualizada 25 Septiembre 2018. [Citado 25 Septiembre 2020] Disponible en Link